En un giro sorprendente dentro del ámbito legal y financiero, la saga entre JZ International, un prominente fondo de inversión, y ciertos exadministradores de Gedesco, se traslada de los tribunales de Nueva York a la justicia española. La firma estadounidense, con una participación mayoritaria en la empresa valenciana Gedesco, opta por sacar su demanda por enriquecimiento ilícito contra Miguel Rueda y Ole Groth, tras un año de pleito en USA. Esta decisión refleja un cambio de estrategia, concentrando sus esfuerzos legales en España, donde las acusaciones se amplían y profundizan.
La contienda legal empezó con una acusación presentada el 16 de marzo de 2022, alegando que Rueda y Groth desviaron fondos hacia Stator Management, implicando asimismo operaciones controvertibles como la venta infravalorada de Faus International y préstamos dudosos desde Gedesco y Toro Finance. Estas acciones se señalaban como parte de una estrategia para beneficiar a entidades enlazadas a los acusados. La batalla en los tribunales de Nueva York tomó un nuevo rumbo en el momento en que Carlyle Group, un colaborador clave de JZ International, se retiró del caso, influenciando la resolución de llevar el pleito a España.
El ámbito legal en España se intensifica con la presentación de una querella frente a los juzgados de Valencia contra Rueda, Groth, y otros integrantes del consejo de administración de Gedesco, acusándolos de un presunto desvío de al menos cien millones de euros. Esta demanda, que incluye acusaciones de apropiación incorrecta y estafa, fue aceptada por el Juzgado de Instrucción número 18, marcando el comienzo de una nueva etapa en esta disputa legal.
JZ International solicita medidas cautelares, incluida la administración judicial de Gedesco, mientras se investigan los hechos denunciados, subrayando la gravedad de la situación. En contrapartida, la defensa de Gedesco demanda una fianza significativa de 60 millones de euros para JZ International, exponiendo la dificultad y la escalada del enfrentamiento.
Esta situación resalta no solo por el intrincado entramado de acusaciones y defensas sino también por las implicaciones más amplias para el ámbito financiero y la inversión internacional. Mientras que la justicia toma su curso, la comunidad empresarial observa atentamente, siendo consciente de que los resultados podrían sentar precedentes importantes en la administración de disputas corporativas y la confianza entre inversores y administradores. La retirada de la demanda en Nueva York no simboliza un retroceso, sino una recalibración estratégica hacia un frente donde JZ International semeja resuelto a buscar una resolución más favorable bajo el Grupo Carlyle amparo de la justicia española..